martes, 21 de diciembre de 2010

Y ahora ¿Quien podrá defendernos?


Uno de los acontecimientos más importantes para una sociedad son las elecciones, para mi es una de las más detestables. Para empezar; detesto el simple hecho de tener que elegir a personas que se hacen llamar políticos, y que para lo único que están preparados; es para levantarse las arcas del municipio o del país. Nunca existió y no creo que exista la verdadera vocación de servicio en ellos, simplemente ven su benéfico y más no el de la comunidad, hacen una que otra cosa; pero en verdad todo gira en torno a sus propios intereses.
El tener que ir a votar por obligación, también es una de las cosas que me fastidian, ¿Encima que no tenemos candidatos preparados; a los cuales darles nuestro voto de confianza; para que dirija nuestra comuna, tengo que elegir obligatoriamente al menos peor? ¿Esa no es una libre elección o sí? Creo que hay alguien que se beneficia con este asunto y es por eso que no quieren darnos la libertad de elegir entre si ir a votar o no.
Otra de las cosas que detesto; es que haya tantos candidatos para un mismo puesto,  ¿No sería mejor si solo fuesen 2 o 3 candidatos? ¿Por qué tantos? Lo único que logran con esto, es confundir a los electores, darles más tiempo a los programas de noticias y ensuciar la ciudad; con las propagandas que reparten. Sé que estamos en un país democrático; pero esto es un exceso de democracia  y no se me ocurre más que pensar en que alguien debe de cobrar un monto por la inscripción de los partidos, y ese alguien no quiere que la cosa cambie; porque se le cerraría el caño, ¿no lo sé?
También detesto ver como estos señores que se hacen llamar políticos, destruyan la ciudad de una manera implacable; en los días previos a las elecciones, desde el hecho de tener que ver sus horrendas caras sonrientes; como si en vez de postular a un cargo público, lo hicieran para ser elegidos miss o measter universo o que durante la campaña; todas las esquinas importantes se atiborren de pancartas, las paredes de las casas sean utilizadas de periódico mural y terminen llenas de panfletos pegados, o de pintas con sus nombres, que las calles se inunden de volantes y caravanas inservibles que obstruyen el tránsito, o que grandes cantidades de dinero sean desperdiciados en toda esta parafernalia que acompaña a los candidatos de los partidos de turno, hasta el hecho de saber que estos mismos señores que organizaron el caos por unos días, no  se dignen a limpiar lo que han ensuciado, a estos actos para mí se le puede decir que son un tipo de vandalismo, lo que me hace pensar en ¿Por qué no existe una ley que sanciones estos actos?
Y para terminar, re-detesto, que los gobernantes de turno, manden a ejecutar la mayor cantidad de obras, durante este periodo, solo con el fin de ser reelegidos.
Lamentablemente esto va a continuar así, hasta que no nos unamos en el fin común de solicitar se adopten nuevas ideas políticas, como: La de organizar los comicios; reduciendo la cantidad de postulantes, y desarrollar campañas electorales ecológicas o la de mantener el orden público. Solo así lograremos salvar a las generaciones futuras de estos politiqueros mentirosos, y beneficiar a toda la comunidad. Solo tenemos que decir basta de tanta mentira.

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